Crítica: BENEDICTION «Ravage of Empires»

BENEDICTION es de esas bandas que han hecho historia, junto a Cancer y Bolt Thrower, han sido el trío de reyes absolutos en Reino Unido desde que el Death Metal se conoce como tal, esto es algo que sabe hasta el más distante de los mongoles siberianos, así que no tiene que sorprender a nadie a estas alturas de la película.

Ya dieron muestra del gran estado de forma que sigue manteniendo el quinteto de Birmingham con su anterior álbum de 2020 «Sculptures«, donde vimos un retorno a lo grande, con el regreso del gran vocalista Dave Ingram, que sigue gozando de unos guturales muy personales y eficaces.

El tema rítmico contiene esa fórmula tan sencilla, pero a la vez tan disfrutable que mantienen de forma intacta, riffs precisos, sin calentamientos de cabeza, ni virtuosismo, pero directos a la yugular, saben manejar a la perfección esa base demoledora, aplastante y potente de puro «headbanging», es lo más atractivo de ellos, siguen haciendo la misma música que hacían hace 35 años, no ha cambiado nada, pero aún así nos siguen sorprendiendo con temas muy maduros y trabajados de puro Death Metal. ¿De qué sirve probar algo distinto a estas alturas?. Si lo que hacen lo hacen de categoría, si sois amantes de la banda, lo seguiréis siendo, por que ofrecen un producto igual de comprometido con la esencia de la banda, la misma identidad y la misma fórmula.

Gran sonido, denso y potente, temazos a la yugular, si no me creéis, poneros por ejemplo «Engines of War«, es imposible estarse quieto ante ese despliegue de riffs curradísimos y esa potencia tan práctica que saben manejar. 11 cañonazos complementan el larga duración, buena portada, obra de Wolven Claws, en la que se aprecia un ligero guiño a los trabajos de Seagrave.. ¿Verdad?.

Pues poco más que decir, Benediction, mantienen esa fórmula tan sencilla pero eficaz de practicar Death Metal, del de siempre, de toda la vida, con una potencia abrumadora, siguen obsesionados con reventarnos la cabeza con ese despliegue de Death Metal en su máxima expresión, sin conservantes ni colorantes, puro y auténtico Death Metal británico, que también hay que decirlo, también han cosechado su propio estilo y forma de tocarlo. En resumidas cuentas, es sencillamente un álbum genial!.