Crítica: SVARTSYN «Vortex of the Destroyer»

SVARTSYN es una banda que siempre ha ido a contracorriente dentro de su país, es una banda que no adoptó el sonido sueco tan propio de aquellas tierras, sino que aportó su peculiar forma de practicarlo, sí se ha comparado en ocasiones con sus compatriotas Arckanum o incluso, Armagedda, ya que su estilo, no está bañado de tanta estructura melódica y sí de un estilo más crudo y fantasmagórico, más siniestro y terrorífico, no es de extrañar que esté considerada una banda de culto. Lo que aquí tenemos es una reestructuración de cinco temas de la anterior banda Chalice, que fue el comienzo de Svartsyn en 1991 y otros cinco temas nuevos.

A estas alturas es una banda muy conocida, pero si aún hay quien no esté muy familiarizado con el trabajo de Ornias, os puedo decir que él no busca tanto sentimiento y emotividad, algo tan arraigado al Swedish Black Metal, sino que busca un estimiento más onírico y nihilista, en ocasiones me recuerdan algo al género de Demoncy o Profanatica, ese Black Metal que carece de luz y sólo hay una espesa y oscura capa de niebla que lo engulle todo.

Es de admirar el gran estado de forma que sigue manteniendo después de tantos años, el bueno de Ornias, este multifacético músico no cesa en la labor de estructurar una música de gran calibre, otro atractivo de la banda es esa aliento helado y fantasmal que utiliza en las vocales, el sonido es denso y espeso, muy acorde al profundo despliegue de oscuridad y tiniebla que envuelve al disco. También posee partes más Death Metal, con dobles bombos atronadores y riffs de esos que ponen la piel de gallina.

Me atrevo a decir que «Vortex of the Destroyer», será uno de los discos más destacados del género en este 2025, un disco bañado en un crudo sentimiento de maldad y desprecio, cargado de sombras y velocidades abismales, un pasado/presente con esas partes que supuran odio en su estado más puro, un disco auténtico de visceral y ortodoxo Black Metal en su forma más primitiva, agonía y vomito sangriento contra todo avistamiento de luz y bondad, puro odio!.